Create your own banner at mybannermaker.com!

martes, 8 de marzo de 2016

Y aquí sigo,  despierta.  Hace tanto que no duermo una noche completa que juraría que ya he olvidado cómo hacerlo. Y no paro de pensar.  De recrear en mi cabeza esos últimos días. No entiendo que pasó o quizás mi cabeza no quiera entenderlo.  Imagina pues mi corazón.
Él tan ilusionado,  tan lleno de vida y ahora se consume como una cerilla a la que dejaron arder.  Quizás sea el karma. Quizás esta piel que me cubre haya sido creada para morir sola. 
Y mientras tanto lloro.  Como una tonta.  Yo que juré que no quería amor y el amor me escupe en la cara y me da patadas en el pecho.  Siento que mi interior es un combate de boxeo. Yo lucho contra mi misma y voy perdiendo.  Y solo pienso que ojalá estuvieras aquí.  Que estuvieras a 5 cm de mi,  con mi mano entre tus manos y que todo estuviera bien.  Te echo tanto de menos... Aún sin tenerte te sentí tan mío que, ahora que no estas,  siento que me falta un pedazo. 
Y sigo sin entender nada. Y en este proceso de deshidratación ocular mi cabeza esta al borde de la saturación. Que alguien me explique esta sinrazón de oír canciones que acrecientan nuestra pena, de ver fotos que nos llevan al abismo, de rebuscar recuerdos que nos rompen por dentro. 
Y todo en este momento. Ahora que muero de miedo.  Ahora que todo es incierto, ahora sumamos este dolor a todo lo demás.

sábado, 30 de enero de 2016

No sé si es correcto llamarlo miedo.  Si lo que siento es amor o terror.  Si cuando estás cerca te quiero conmigo y si estás lejos también.  Con la diferencia de que en la distancia mis dudas se apoderan de cada minúscula neurona y cada conexión lleva tu nombre.
No sabría decir si te quiero.  Si eres sólo un vicio temporal. Si quiero que seas tú quien erice mi piel el resto de mis días o si serás uno de esos amores que florecen buscando calor durante el invierno.
Y tú,  que con cada palabra tierna haces que mi corazón se acelere. Que con cada beso me impregnas más de ti dejando tu olor en mi piel.  Tu que con sólo mirarme delatas todo lo que sientes y con tus palabras destruyes todo lo que tus ojos me dicen. 
Por eso me das miedo. Porque sin quererlo te he dado la llave para destruirme de nuevo o para reparar cada pedazo que ha quedado de mi. 
Y sinceramente,  no sé cuál de las opciones escogerás.
Pero tengo miedo.